En Boca no hay paz, justo un día después de haber despedido al técnico más ganador de la historia, se realiza una asamblea de socios, y como era de esperar estos reaccionaron con cantos e insultos para el presidente, Daniel Angelici y la comisión directiva

Desde el comienzo de la asamblea se vivía un clima tenso, aparecían los primeros insultos y cantos contra la dirigencia 'xeneize'. "Que se vayan todos que no quede ni uno solo", era uno de los cantos que lanzaban los socios.

Pero luego la tensión paso a mayores, los insultos y cantos se transformaron en piñas y sillazos, eso sucedió cuando los dirigentes votaron a favor de la nueva concesión del museo de Boca, que estaba a cargo de Museo Deportivo y ahora se suman TyC Sports y Santa Monica, allí los socios explotaron y se desató el escándalo.

El Secretario General del Club, Carlos Aguas, a pesar de los agravios e insultos continuó con la Asamblea, que en un momento por el escándalo generalizado se pidió suspender e ir a un cuarto intermedio, algo que no prosperó.

Finalmente se aprobó la privatización del Museo por 10 años más, con un rédito del 18 por ciento anual para el club, y los socios reaccionaron cantando “Boca no se vende”, al tiempo que comenzaron a arrojar sillas por el aire.

Las horas en Boca no tiene paz, así como tampoco lo tiene la dirigencia que se retiró insultada por todos los socios presentes. Además de reclamarle por haber echado a dos de sus máximos ídolos, Juan Roma Riquelme y Carlos Bianchi, los socios explotaron cuando comunicaron lo de la nueva concesión del museo.