La crisis del futbol mundial por la pandemia castiga al futbol argentino que hace tiempo no vende jugadores a los primeros equipos europeos. Tras la ida de Lautaro Martínez al Inter no se produjo otra venta que moviera el mercado.

Y ante la falta de ventas millonarias no solo es difícil incorporar sino también retener algunas de las figuras que tienen los planteles.

En River, el manejo de grupo de Marcelo Gallardo hace que los jugadores no estén desesperados por buscar nuevos rumbos, pero eso no quita que algunos miren con interés otros mercados.

El caso emblemático es el de Rafael Santos Borré, quien finaliza su vínculo con la institución de Núñez y todavía no definió su destino. Con Enzo Fernández ocurre algo distinto porque el jugador salido de las divisiones inferiores del Millonario es fanático de la banda y su deseo es retornar ya mismo al club que lo vio nacer pero aun tiene seis meses más de contrato con Defensa y Justicia.

Por último Bruno Zuculini, quien quedó un poco relegado en la consideración del cuerpo técnico y no miraría con desagrado un traspaso para poder tener más minutos en cancha.