Didier Drogba es campeón de Champions League con Chelsea, referente africano en el mundo del fútbol, y goleador histórico de su selección -Costa de Marfil- le dedicó una emocionante carta a Diego Maradona, fallecido la semana pasada a los 60 años.

En la carta, cuenta que "el mejor día" de su vida fue la vez que por fin conoció a Diego en el Mundial de Rusia 2018. Y reveló cuál fue la reacción del Diez.


"Yo quise ser Maradona

"Siempre quise ser Maradona. El día que dejé mi carrera como jugador, fue como si mi sueño de la infancia hubiera terminado (...) Ahora, con tu desaparición, es mucho más que el sueño de un niño que se desvanece: es el fin de ‘mi’ fútbol".

"Nací en el fútbol contigo. Tu Copa del Mundo en 1986 me la sé a la perfección. Terminé dañando el VHS de tus jugadas, por verlo cientos de veces. La primera camiseta que tuve fue la de Argentina, me la trajo mi tío de un torneo en Sudamérica.

En la cancha, le decía a mis amigos que me llamasen ‘Diego’. Esa camiseta de Argentina fue mi segunda piel mucho tiempo; la llevo como un gran tesoro. Tú dabas la impresión de que siempre fuiste un niño en la cancha, que imponía su ley entre adultos. Y que nunca creció. Cuando perdiste la final de Italia 1990, lloré contigo".

"Cuando clasificamos al Mundial con Costa de Marfil en 2005, me puse a llorar y pensé en ti. Finalmente, lograría, como tú, mi ídolo, disputar un Mundial. Se me vinieron los recuerdos de niño, con mi camiseta argentina. Lo curioso es que mi primer partido del Mundial fue contra Argentina. Y eso que incluso marqué. En esta ocasión te vi de lejos pero no me había atrevido a acercarme".

"Finalmente, pude encontrarme con vos en 2018, con motivo del Mundial. No tengo miedo de decir que fue el mejor día de mi carrera. Siempre recordaré que me besaste y dijiste: ‘¡Drogba, bomba!’ No sé si te diste cuenta, pero ya no tocaba el suelo. Y me tomó un tiempo volver a bajar. Fue un poco como mi Balón de Oro".

"En los últimos años, pensé que podía adivinar la tristeza y el arrepentimiento en tu mirada a menudo perdida. Es una locura porque solo hablé contigo durante diez segundos y todavía tengo la impresión de que te conozco tan bien. Ahora tendremos que aprender a amar el fútbol sin ti. Es como seguir amando la vida después de que un ser querido se ha ido. Evidentemente, es posible, pero llevará tiempo. Adiós Diego, te quise mucho".