Con los ánimos exaltados por el marcador en blanco, Rodrigo De Paul no aguantó la pérdida de tiempo de su amigo y el bramido del Wanda Metropolitano, y reaccionó de la peor manera cuando el cuarto árbitro marcó que el que debía ser sustituido era Giovanni Lo Celso.

Faltaban veinte minutos para el final del partido y De Paul le metió un empujón a Lo Celso para que apurara su paso y eso que aún el resultado estaba cero a cero. El ex Central y Tottenham no le prestó atención e incluso aceleró levemente su marcha.

Ya en el vestuario De Paul aclaró los tantos y señalo que hizo eso precisamente porque se trataba de Lo Celso y sabe de la confianza y el afecto que los une.