A través del Boletín Oficial, se confirmó la creación del nuevo Ministerio de Cultura de la Nación, y la designación de la cantautora argentina de folklore Teresa Adelina Sellares, conocida como Teresa Parodi, para encabezar la cartera.

De esta forma, por medio de un decreto, se jerarquizó la Secretaría de Cultura que estaba a cargo del cineasta y político Jorge Coscia, que previamente había renunciado a su cargo.

A través del DNU 642, el Gobierno modificó la Ley de Ministerios y elevó al rango de ministerio la secretaría que estaba desde julio de 2009 bajo la conducción de Coscia.

Tras el alejamiento del director de cine, Cristina le agradeció al funcionario "los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo".

"Habiéndose analizado los cometidos asignados a la actual Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y considerando la trascendencia que la cultura representa como inductora del desarrollo y de la cohesión social, de su relevante papel ante la cuestión de la diversidad cultural y de la integración de comunidades minoritarias, así como en los procesos de igualdad de género y de las vinculaciones entre las comunidades urbanas y rurales, hacen necesaria la jerarquización del área mencionada", explicó el Ejecutivo en el Boletín.

Del mismo modo, el Gobierno agregó: "Corresponde reconocer que la cultura juega un papel mucho más importante del que habitualmente se le atribuye, habiéndose constatado que las decisiones políticas, las iniciativas económicas y financieras y las reformas sociales tienen muchas más posibilidades de avanzar con éxito si simultáneamente se tiene en cuenta la perspectiva cultural para atender las aspiraciones e inquietudes de la sociedad".

"Que en función de las consideraciones vertidas precedentemente se hace necesaria la creación de un área que profundice la temática sobre el particular y que esté destinada a fomentar la cultura a fin de maximizar la participación de los distintos sectores involucrados", se lee en el Decreto de Necesidad y Urgencia que deberá sancionar el Congreso en un plazo de diez días.