"La buena felicidad dicen que no se nota", de la canción Scaramanzia, Los Redondos. 


Explica la sinopsis de Ser feliz era esto: la vida de Lucas, cercado por su tendencia a la introversión y hundido en la pasividad, cambia abruptamente cuando llama a su puerta Sofía, una chica de catorce años que acaba de perder a su madre y que es la hija que, sin saberlo, ha engendrado con una mujer de la que se enamoró en su juventud y nunca volvió a ver.

El libro es mucho más que eso. El capítulo a capítulo es un día a día. La tensión de qué cambiará cada uno de los protagonistas para adaptarse a su vida. Hasta dónde le dará la soga a Lucas para enfrentar a su demandante novia. Cuándo dejará de tirar de ella Sofía, con sus irreverentes 14 años a cuestas. Con la decisión de una piba huérfana que no tiene otra cosa que hacer en Buenos Aires -¡y en la vida!- que intentar recuperar a Lucas, su padre.

La teoría de Lucas -otro genial antihéroe que parió la pluma de Sacheri-, sobre cuándo uno cambia y se sale de su rutinaria vida de escritor que no quiere escribir más, "garpa" la novela.


Surge tras uno de los tantos diálogos entre padre e hija. Son imperdibles, al tum-tum, un ping pong implacable y crudo, a veces en momentos de tensión inéditas para un padre, y claro, para una hija.


Y la relación de confianza que crece a medida que rearman el rompecabezas que no jugaron en el pasado. Hasta que ella se decidió un día y llegó de Villa Gesell a la puerta de un departamento de Morón para decirle a ese hombre, que es su padre.

Ser feliz era esto es el espejo que puede ser la hija para el padre, y viceversa. La soledad que puede sentirse acompañada, ahora con el otro, para formar al fin un uno, ese uno solo.

Editorial Alfaguara, 2014

248 páginas

Eduardo Sacheri: nació en Buenos Aires en 1967. Es profesor y licenciado en Historia, ejerce la docencia universitaria y secundaria. Publicó los libros de relatos Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol (2000), Te conozco, Mendizábal y otros cuentos (2001), Lo raro empezó después. Cuentos de fútbol y otros relatos (2004), Un viejo que se pone de pie y otros cuentos (2007), y las novelas Papeles en el viento (2011) y Aráoz y la verdad (2008).

Colabora en diarios y revistas nacionales e internacionales. Su novela La pregunta de sus ojos fue llevada al cine por Juan José Campanella, con el nombre El secreto de sus ojos, film que fue distinguido con numerosos premios -entre los que se destaca el Oscar a la mejor película extranjera (2010)- y cuyo guión estuvo a cargo de Sacheri y Campanella. La dupla trabajó también en el guión de la también multipremiada Metegol.

Algunas de sus obras fueron adaptadas al teatro y traducida a más de veinte idiomas,.