La exhibición en la capital inglesa explora los últimos 20 años de su trabajo, incluyendo piezas políticas relacionadas con su arresto, en 2011, y el devastador terremoto de 2008 en la provincia de Sichuan.

Una de las obras, S.A.C.R.E.D. de 2012, está compuesta por seis dioramas llamados: Cena, Acusadores, Limpieza, Ritual, Entropía y Duda.

Las dioramas están hechas de fibra de vidrio, hierro, metal oxidado, madera, poliestireno y cinta adhesiva.

El artista asegura que lo “desaparecieron” por meses sin que nadie supiera de su paradero además de ser intimidado por sus opiniones  aunque desde el gobierno chino aseguran que la detención, en 2011,  fue por cuestiones económicas.

Según la policía china, la compañía controlada por el artista -Beijing Fake Cultural Development Ltd- evadió grandes cantidades de impuestos y destruyó las pruebas de sus cuentas. Aunque Ai sostiene que fue por sus denuncias a las censuras que sufren en China y que utilizaron la cuestión económica como excusa.

“A la gente le causa curiosidad saber qué pasa cuándo desapareces por 81 días; cómo es la habitación, cómo duermes, que tipo de comida comes”, le contó Ai a la BBC.

El artista, nacido en 1957 en Pekín, es hijo de uno de los poetas más famosos de China, Ai Qing, un miembro del Partido Comunista hoy venerado a pesar de haber sido enviado a un campo de trabajo durante la Revolución Cultural.

Su detención provocó el rechazo internacional de la comunidad artística y la recuperación de su pasaporte (en julio de este año) fue visto como un logro de la libertad de expresión.

Fuente: BBC