Con la llegada de la tecnología y un poco de picardía, lo que en un comienzo era carne de desecho, se convirtió en el ahora popular asado de tira, un “invento” bonaerense que nació en la localidad de Campana, donde se instaló el primer frigorífico de Sudamérica.

Según cuenta el ingeniero y docente, Claudio Valerio, en el libro “Asado de Tira. Clásico argento – Legado campanense”, todo comenzó en 1882 con inauguración de The River Plate Fresh Meat Co en Campana, el primer frigorífico de la región, que fue el puntapié inicial de la comercialización de carne entre Argentina y Europa.

Entre la innovación y la picardía: la curiosa historia del nacimiento de la tira de asado

“Los cortes que se mandaban a Europa eran sin hueso, se exportaban cuartos traseros y delanteros, nada de costillas”, recordó Valerio, quien explicó que los costillares eran entonces carne de desecho y se tiraban enteros, de acuerdo con el portal Diario Actualidad.

Todo cambió con la llegada de una nueva tecnología, también traída desde Europa: la sierra. Los operarios, la mayoría provenientes del campo, comenzaron a utilizar esta herramienta para fraccionar los costillares en pequeñas tiras, para su consumo.

¿O por qué la forma del corte? Los trabajadores empezaron a separar el costillar del cuero, del matambre y de la falda, y las tiras se las llevaban escondidas en las cinturas para asarlas en sus casas.

“La aparición de la sierra marcó una diferencia conceptual entre el asado y el asado de tira, porque al ser utilizada en el frigorífico para el corte de la res, se rebautizó y modernizó el asado, llevándolo de su modalidad campera, con cuero, a la actual; ósea, con cortes diferenciados y sin cuero”, explica Valerio en su libro, al tiempo que afirma que en Campana “comenzaron a masificarse los cortes”.