“Si le hubiera dicho a cualquier neurocientífico que este tipo de gen actúa como un virus, se hubieran reído de mí”, aseguró Jason Shepherd, investigador de la Universidad de Utah en Salt Lake City que gracias a su estudio sobre el Alzheimer descubrió el peculiar comportamiento del gen Arc, clave para el aprendizaje humano. 

Los estudios, llevados a cabo por dos equipos independientes de científicos de ese centro docente estadounidense y de la Universidad de Massachusetts, revelan una nueva forma de interactuar de las células del sistema nervioso.

“Sabíamos que esto nos iba a llevar en una dirección completamente nueva”, enfatizó Shepherd, profesor de neurobiología .
Por su parte, el investigador Edmund Talley explicó cómo el estudio condujo “inesperadamente” al descubrimiento de un proceso completamente nuevo que las neuronas pueden usar para enviar información genética entre sí.

Si bien se sabe que el gen Arc juega un papel vital en la capacidad del cerebro para almacenar nueva información y desarrollar el aprendizaje, su funcionamiento era un gran misterio hasta ahora. 

“Este trabajo es un gran ejemplo de la importancia de la investigación básica en neurociencia”, manifestó Talley. Estudios previos habían mostrado similitudes entre la proteína Arc y las proteínas encontradas en ciertos virus como el VIH, pero no estaba claro cómo esas características comunes influyeron en el comportamiento de la proteína del aprendizaje.

Los investigadores de la Universidad de Utah comenzaron el examen del gen Arc mediante su introducción en células bacterianas. Para su sorpresa, cuando las células formaron la proteína Arc se agruparon en una forma que se parecía a una cápside viral, el caparazón que contiene la información genética de un virus.

Las “cápsidas” de Arc parecían reflejar cápsides virales en su estructura física, así como su comportamiento y otras propiedades.
Ambos grupos de científicos ahora planean investigar por qué las células usan esta estrategia similar a un virus para la transferencia entre las células y si este sistema podría permitir que las proteínas tóxicas responsables de la enfermedad de Alzheimer se diseminen a través del cerebro.

(EFE)