El Epidiolex -nombre que llevará el medicamento si es que llega al mercado- es un líquido elaborado a base de cannabidiol depurado extraído de plantas de marihuana, que crecen legalmente en una locación secreta en Reino Unido, que ya demostró tener efectos positivos en niños que padecen distintos tipos de epilepsia.

Los ensayos en niños con el síndrome de Dravet, que no responden a los medicamentos comunes, arrojaron que de 151 casos estudiados 60 lograron reducir considerablemente sus convulsiones, que en el 50 por ciento de los pacientes presentó cansancio y somnolencia como efecto secundario.

Según informa el periódico británico The Independent, la empresa fabricante, GW Pharmaceuticals, reconoció que en 26 casos se observaron efectos serios, dado que su organismo no aceptó el tratamiento.

Dos niños fallecieron, aunque los especialistas aseguran que sus muertes no estuvieron relacionadas con las pruebas, sino que fueron a causa de la terrible enfermedad.

Elizabeth Thiele, doctora y la directora del Programa Pediátrico de Epilepsia del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.), dijo que los primeros resultados dan mucho ánimo y prometen un gran futuro para el medicamento: "Creo que Epidiolex tiene potencial para convertirse en un avance importante del tratamiento", comentó.

El medicamento no tiene efectos alucinógenos y también le valió un reconocimiento a la doctora Maria Roberta Cilio, que estudia el efecto del medicamento en el Hospital Benioff en San Francisco (EE.UU.), ya que ella aseguró que el cannabidiol funciona como anticonvulsante.

En EEUU, más precisamente en el estado de Illinois, niños y adultos que sufren epilepsia pronto tendrán permitido usar marihuana para aliviar sus síntomas, bajo una ley promulgada este domingo por el gobernador demócrata Pat Quinn, la más reciente de una serie de medidas que moderan las restricciones sobre el cannabis en los estados norteamericanos.

Un caso modelo

"Escuché las historias y mi opinión rápidamente cambió desde el juicio que tenía sobre la marihuana como una droga recreacional ilegal a entender la cannabis como una terapia médica viable. ¿Tal vez podría ayudar a mi hija?", escribió la madre de Charlotte de 6 años, Paige Figi, en su testimonio.

Luego de obtener permiso de un equipo de neurólogos y pediatras, el tratamiento logró en la primera semana, siete días sin tener ninguna convulsión, mientras que la semana anterior había tenido 300 episodios de crisis.

Luego de tres meses ya tenía una reducción de un 90% en sus convulsiones sin necesidad de otro medicamento. Ocho meses después, los padres aseguran que estaba libre de ataques en un 99%.