El ambicioso plan de Marruecos es proveerse en un 52% de energías renovables para el año 2030. Con este primer paso se busca reducir la extrema dependencia energética del país, actualmente cercana al 94%, que convierte a Marruecos en un importador absoluto de productos petroleros.

La planta solar más grande del mundo, una vez que el sistema funcione completamente, abastecerá de energía a más de un millón de hogares. La planta tendrá una producción de 500 MW, lo que ayudará a reducir en 2 millones y medio de toneladas el consumo de combustibles fósiles.