El hallazgo fue realizado en Yakutia, en la República de Saja (oriente de la Federación Rusa), donde vivieron estos felinos –muy similares al león moderno– hacia mediados y fines del Pleistoceno. Aunque proceden del continente euroasiático, sus restos también fueron hallados en Alaska y Canadá.

Son dos cachorros congelados del león cavernario, cuya antigüedad data de 10 mil años, uno de los cuales fue descubierto con los ojos cerrados, como si estuviera durmiendo. Pero ambos están conservados perfectamente.

Por esa razón, los científicos tienen muchas esperanzas en lograr más y mejores conocimientos respecto a este felino extinguido, del que hasta ahora sólo se conservaban restos como fósiles como cráneos y otros huesos.