Google vuelve a estar en el ojo de la tormenta tras la escandalosa filtración de un empleado que reveló que la empresa escucha a sus usuarios.

A partir de un informe belga, se conocieron escuchas en idioma neerlandés que filtró el trabajador. De acuerdo con C5N, es a partir del asistente OK Google, una aplicación que se activa con inteligencia artificial-

Según publicó El País, la firma llevan años realizando esta práctica con grabaciones privadas en diferentes idiomas, entre ellos español y portugués, aunque al respecto, Google España no ha querido hacer aclaraciones.

De todos modos, la empresa emitió un comunicado en el que reconoció las escuchas, y argumentó  que “solo se revisan el 0,2 por ciento de los fragmentos de los audios, y estos fragmentos no se asocian a cuentas de usuarios”.

La escucha de audios se realiza, en principio, para mejorar el funcionamiento de Google Assistant. Es decir, para que el asistente sea capaz de entender mejor lo que los usuarios hablan.

Por supuesto que esta medida despierta algunas dudas especialmente por la fuga que puede haber de datos sensibles, en especial cuando se conocen las condiciones de trabajo de los transcriptores, al menos de buena parte de ellos: escuchan unas 5.000 grabaciones a la semana por revisor, que no son empleados de Google, sino de una empresa tercera, que tienen un contrato por obra y servicio o incluso de freelance y difícilmente llegan a ganar el salario mínimo interprofesional.

Esta práctica sería legal, en principio, ya que Google lo señala en sus términos y condiciones. “A falta de una investigación oficial, lo que parece que existe es un problema de transparencia, en el sentido de que el usuario no es consciente de qué se está realizando o qué se podría estar haciendo a partir de sus interacciones con el asistente virtual”, asegura Moisés Barrio, letrado del Consejo de Estado y abogado experto en derecho digital, según El País.