El primer informe sobre la situación regional del consumo de alcohol y la salud en el continente americano, elaborado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), indica que en cinco años aumento drásticamente el consumo de bebidas alcohólicas en toda la región.

Con relación a los consumos episódicos fuertes de alcohol, es decir: personas que consumen cuatro o cinco bebidas alcohólicas al menos en una ocasión en los últimos 30 días, pasó de casi el 18 por ciento a casi el 30 por ciento entre 2005 y 2010.

Del informe surge que uno de cada cinco bebedores (22 por ciento) practica episodios de consumo alcohólico excesivo, un porcentaje superior al promedio global, que es del 16 por ciento, con Paraguay, Saint Kitts y Nevis, Dominica, Venezuela y Trinidad y Tobago con las tasas más altas.

Para los organismos que elaboraron el informe, el 10 por ciento de los consumidores de alcohol ingiere, en promedio, más del 40 por ciento del total del alcohol que se consume en las América, donde el promedio de consumo es el segundo más alto per cápita del mundo, sólo superado por Europa.

El uso nocivo de alcohol contribuyó con la muerte de alrededor de 300.000 americanos en 2012, de las cuales más de 80.000 no habrían fallecido si no hubiese intermediado el alcohol. Además, el consumo de alcohol contribuye con más de 200 enfermedades y lesiones, incluyendo la cirrosis hepática y algunos tipos de cáncer, siendo el principal factor de riesgo de muerte en adolescentes.

Entre las medidas sugeridas a los países miembros por los organismos, figuran el aumento de los impuestos a las bebidas alcohólicas, imposición de una edad mínima para la compra y venta y restricciones en los horarios y locales de venta, como se ha implementado en la Argentina.