Desde 1876, cuando se observó por primera vez, se las denomina 'Gran mancha blanca', y se sabe que se trata de gigantescas tormentas recurrentes en periodos de entre 20 y 30 años.

Pero recién ahora los científicos han logrado descifrar el origen de esa 'mancha blancha' en la superficie de Saturno, de unos 10.000 kilómetros de largo, que puede observarse con nitidez.

En el último número de la revista Nature aparece un informe suscripto por investigadores del Instituto de Tecnología de California (Estados Unidos), en el que se explica que procede de una enorme y densa nube de vapor de agua que se encuentra entre las capas superior e inferior de la atmósfera de Saturno.

Como el vapor es más pesado que el hidrógeno y el helio –gases dominantes en el planeta–, con el tiempo se enfría y se hace más pesado, mientras que los mencionados gases se calientan y ascienden.

En determinado momento, esto conduce a la erupción de gases a través del vapor, lo que provoca una tormenta tan enorme que se la puede observar con telescopio: la 'Gran mancha blanca'.