Se trata del hongo Leptolegnia chapmanii controlador natural de mosquitos hallado en charcos de agua de la localidad platense de Melchor Romero. Los científicos buscan la manera de comercializarlo para así evitar fumigaciones con productos tóxicos que puedan afectar la flora y fauna.

Este hongo subacuático combate el  mosquito transmisor de la fiebre de chikungunya y el dengue y fue descubierto por investigadores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave), un instituto dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo y del Conicet.

"La finalidad de los trabajos es conocer de qué manera los depredadores (otros insectos u microcrustaceos), los parásitos (nemátodos) y los patógenos (virus, bacterias, hongos y protozoos) afectan las poblaciones de Aedes aegypti para reducir el número de insectos", explicaron en un comunicado.

El insecticida biológico se encuentra en la etapa de formulación, así que todavía falta para que pueda ser comercializado masivamente. Como no existen aún medicamentos antivirales para tratar la chikungunya y el dengue, la prevención es la única forma de evitar el contagio de estas enfermedades.