Esta nueva creación fue publicada por la revista científica Nature y si bien todavía se encuentra en fase experimental, su éxito ya causó revolución en el mundo tecnológico.

Un equipo liderado por el catedrático de química Hongjie Dai logró diseñar una propuesta de alto rendimiento, carga rápida y más económica que las de litio-ion (que suelen utilizarse en portátiles y celulares). Esta nueva batería tiene dos electrodos: un ánodo y un cátodo -que se ha hecho con grafito- cargados, que se dispusieron junto a un electrolito líquido iónico.

La batería es capaz de cargar un celular en un minuto, manteniendo su capacidad durante 7.500 ciclos de carga (frente a los mil de una batería de litio-ion estándar). Su flexibilidad también permite ampliar su potencialidad de uso.

"Mejorando el material del cátodo podría aumentarse el voltaje y la densidad de la energía", indicó en la web de Stanford el líder del proyecto.

"Hemos desarrollado una batería de aluminio recargable que puede reemplazar los actuales, tales como las pilas alcalinas, que son malas para el medio ambiente, y las baterías de litio-ion, que a veces salen ardiendo", destacaron los científicos.