Así lo afirmó el equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la acrópolis de Toniná, Chiapas y se cree que tiene una antigüedad de 1.700 años.

Emiliano Gallaga, director de esa zona arqueológica, explicó que el hallazgo indica que es "una de las edificaciones más grandes de Mesoamérica, sólo comparable con otras del área maya ubicadas en Tikal y El Mirador, en Guatemala".

Las siete plataformas que integran la pirámide fueron espacios específicos destinados para palacios, templos, unidades habitacionales y administrativas. "Es una única estructura para diversas funciones específicas dentro la estructura social, política, económica y religiosa, que no se repite en ninguna otra zona arqueológica del mundo maya", añadió el investigador del INAH.

''Toniná –prosiguió– es más grande de lo que sospechábamos. Sus pirámides están conectadas por medio de calzadas localizadas en lo alto de las elevaciones aledañas".

Además hace unos meses en Toniná fue descubierto un sarcófago de piedra que data de los años 840-900 dC, el cual podrá contribuir a explicar el derrumbe de la cultura maya.