Puede que vayas al shopping o a un hipermercado y al terminar tus compras descubras que no te acordás dónde dejaste el auto estacionado. Habitualmente, basta con accionar el mando a distancia para el "bip bip" delate la ubicación del vehículo. ¿Y si no?

En estos casos, más vale usar antes la cabeza que los pies, sobre todo cuando vos y tu familia van cargados con las compras y en esas circunstancias siempre produce fastidio ponerse a recorrer el estacionamiento, sea cubierto o al aire libre, hasta que encuentres el bendito auto.

Así lo descubrió el profesor Roger Bowley, de la Facultad de Ciencias de la inglesa Universidad de Nottingham, quien propone ampliar el limitado rango de radiofrecuencia de los mandos a distancia usando la cabeza...

En efecto, profesor Bowley usó un video para explicar el simple pero ingenioso truco: hacemos que el mando a distancia haga contacto con nuestra cabeza y así conseguimos ampliar la radiofrecuencia del aparato que no servía debido a la lejanía de nuestro auto.

Según la investigación, así conseguimos que el agua del cerebro expanda el rango electromagnético de nuestro mando a distancia. Y vualá: así aparece, casi milagrosamente, el esperado "bip bip".