En agosto último, un astrónomo aficionado ruso descubrió el cometa 2I/Borisov, considerado el primero interestelar conocido de nuestro Sistema Solar.

No sería un dato relevante si no fuera porque el bólido se acerca a la Tierra a una velocidad escalofriante: 177.000 kilómetros por hora y en aumento, según indicaron los científicos. Habitualmente, los cometas apenas alcanzan la mitad de esa velocidad.

Tanto su velocidad como su trayectoria inusual, más parecida a una recta que a una elipse, sugieren claramente –según los astrónomos– que el cometa proviene de fuera de nuestro Sistema.

A pesar de que los expertos lograron definir con bastante precisión la trayectoria del 2I/Borisov, aún no lograron establecer de qué sistema estelar partió.