Según informó  “Applied Physics Letters”, el estudio encabezado por Michael Kuntzman y Neal Hall, lograron copiar la audición de la mosca parasitaria del grillo, Ormia ochracea, la cual se caracteriza por su método predatorio.

La O.ochracea, oriunda de América Central, se posa en el lomo del grillo macho, deposita larvas para que sus crías devoren al grillo desde sus entrañas. Para lograr esto la mosca posee un impresionante mecanismo auditivo con el cual localiza al grillo cuando hace su criqueteo.

El artefacto creado por Hall y Kuntzman mide dos milímetros de ancho y usa materiales piezoeléctricos que convierten la tensión mecánica en señales eléctricas, utilizando muy poca energía.

La piezoelectricidad es un fenómeno que ocurre en ciertos cristales como el cuarzo y la turmalina, y en materiales ferroeléctricos como el tantalato de litio, la berlinita y en cerámicas que, sometidos a tensiones mecánicas, adquieren una polarización.

Las posibles aplicaciones militares de la tecnología explican la financiación que ha dado a este estudio la Agencia de Defensa para Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA).

Los científicos explicaron que los mamíferos, y entre ellos los seres humanos, tienen una capacidad avanzada para detectar y localizar las fuentes de sonido debido a la distancia, de pocos centímetros, de los oídos en el cráneo. Los insectos al ser más pequeños y tener menor distancia entre sus oídos y su cráneo generando una mayor velocidad en el sonido.

La mosca O. ochracea  ha desarrollado un mecanismo fisiológico que aprovecha al máximo esa diferencia. En las cuatro millonésimas de segundo que el sonido toma para ir de un oído al otro la fase del sonido cambia levemente, permitiendo que la mosca ubique a su presa con una precisión notable.