La arqueóloga Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, afirma haber descubierto el misterio sobre porqué esta imponente ciudad fue abandonada por sus ciudadanos sin dejar rastros.

Teotihuacán, palabra que proviene del idioma náhuatl, pudo haber sido abandonada a raíz del feroz enfrentamiento entre las élites políticas y los descendientes de inmigrantes, según las conclusiones de la arqueóloga.

Manzanilla plantea que una monumental lucha de clases habría sido la causa para grandes migraciones que dejaron la ciudad completamete deshabitada.  La base del conflicto social estuvo "dada por la existencia de una organización compleja, de características corporativas, que incluía las élites intermediarias de diversos barrios, compuestos por diversas etnias que al enriquecerse bregaron por el poder".

El Estado central teotihuacano intentó capitalizar el control de este florecimiento económico, regulando la autonomía creciente de las etnias pero sin resultado existoso haciendo que estás migraran y que la ciudad terminara siendo ganada por la selva.