La Argentina y la NASA ampliar los acuerdos de cooperación para la realización de investigaciones en conjunto sobre el clima espacial y las radiaciones solares.

El convenio fue firmado con el astronauta titular de la agencia norteamericana, Charles Bolden, quien destacó el “éxito” del lanzamiento del satélite geoestacionario argentino, ARSAT-1. Participaron de la reunión en el Ministerio de Planificación Federal, el ministro Julio De Vido, el canciller, Héctor Timerman, y el director de la Conae, Conrado Varotto.

El acuerdo establece que la Conae adquirirá y procesará en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en la localidad cordobesa de Falda del Carmen, datos obtenidos por las sondas satelitales de la Misión Van Allen Probes, que luego enviará a la Nasa.

En contrapartida, la agencia estadounidense brindará a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) los datos científicos reunidos por las estaciones mundiales adheridas al proyecto, para comprender la influencia del sol sobre la Tierra a través del estudio de los anillos radiantes que lo rodean, con el fin de prevenir efectos dañinos de la radiación solar.

Según informó la cartera que dirige De Vido, el nuevo acuerdo de cooperación entre la Nasa y la Conae establece la investigación de "la heliofísica y el clima espacial", mientras que el ministro resaltó "la fluida relación mantenida en los últimos años entre ambos organismos, especialmente a través de los sucesivos acuerdos firmados desde 2011 a la fecha, estrechando de este modo la mutua colaboración, que se va a profundizar, más aún a través de la cooperación en los usos pacíficos del espacio".

Por su parte, Bolden aseguró que "nada muestra más el espíritu de cooperación entre la Nasa y la Conae que proyectos como la misión SAC-D Aquarius, que brinda información climática a partir de las mediciones de salinidad en mares y océanos" y detecta focos de alta temperatura terrestre para la obtención de mapas de riesgo de incendios y humedad del suelo, y alerta temprana de inundaciones.

Además, NASA y Conae colaboran en el uso pacífico del espacio, asociados en el satélite SAC-D, que mide la salinidad de los océanos para entender el estado de los mares y la influencia en el cambio climático global, entre otras iniciativas.

Son cuatro en total los proyectos satelitales para los que la Conae construyó los aparatos sobre los que se montaron instrumentos de medición argentinos y estadounidenses, para ser lanzados por la NASA.