La innovación la difundió el portal chileno El Definido, en abril del mes pasado. Cuenta el medio que tres amigas tenían que entregar un trabajo en grupo para la universidad, algo común en la vida de cualquier estudiante.

Ese día, el celular y notebook, preciadas herramientas de nuestro tiempos, se pusieron de acuerdo para jugarles una muy mala pasada: las baterías se agotaron, no pudieron cargarlas y por ende, no pudieron rescatar el trabajo para entregarlo a tiempo, a pesar de que lo tenían listo. La frustración y rabia hacia la tecnología que todos hemos tenido, la convirtieron en motivación para crear una solución única en el mundo, que podría revolucionar el acceso a la electricidad.

Carolina Guerrero, Camila Rupcich y Evelyn Aravena decidieron que necesitaban alguna forma de cargar sus aparatos electrónicos desde otra fuente que no fuera la red eléctrica, y luego de varias investigaciones, lo encontraron frente a sus narices: las plantas. Así fue como diseñaron E-Kaia, un cargador de celulares, tablets y otros aparatos USB que se "enchufa" a las plantas.

Sí, tal como suena, porque este dispositivo portable y liviano se aprovecha de la fotosíntesis y toma la energía residual vegetal para convertirla en energía eléctrica, según explican en Empresas Eléctricas A.G.

E-Kaia es único en el mundo y notablemente eficiente, ya que con tan solo una planta bien cuidada, consigue energía suficiente para cargar un celular, mientras que otros dispositivos necesitan al menos 100 m2 de plantas. Esto, gracias a que crea un circuito bajo tierra, que genera 5 voltios y 600 miliamperios, todo esto sin dañar la planta. Los detalles de la tecnología son secretos, pues aún se encuentra tramitando su patente, pero ya ha obtenido fondos de importantes concursos de innovación que confirman que funciona.

Contrario a las sospechas, su capacidad de carga es bastante rápida si la comparamos con la electricidad convencional, ya que tan sólo en una hora y media puede dejar nuestro celular completamente cargado. También puede cargar cualquier otro dispositivo como reproductores, parlantes y tablets.

De este modo, no solamente soluciona un problema que todos hemos tenido: quedarnos sin batería en el celular (y siempre en emergencias), sino que abre una puerta a la utilización de recursos naturales en la tecnología, manteniendo la calidad energética y preservando el medio ambiente.