Jordan Linn Graham, una joven estadounidense de 22 años, fue condenada a 30 años de cárcel por acabar con la vida de su marido, Cody Johnson, de 25, durante su luna de miel.


El hecho ocurrió mientras celebraban su luna de miel en el Glacier National Park, ubicado en Montana, Estados Unidos. Llevaban apenas una semana de casados, cuando luego de una fuerte discusión, Jordan empujó a su marido por un acantilado de más de 60 metros de altura acabando con su vida.


A partir de entonces, la mujer trató de ocultar su crimen argumentando que Cody había desaparecido, sin embargo, su versión se derrumbó cuando encontraron el cuerpo del joven cuatro días después.


Allí comenzó un auténtico calvario para Jordan, quien cambió varias veces su versión de los hechos ante la justicia hasta que, finalmente, optó por admitir el crimen.


Meses después, la mujer recibió la notificación del juez y las noticias de que podía ser encerrada de por vida, lo que la llevó a buscar una salida pactada con la fiscalía. Finalmente, ambas partes llegaron al acuerdo de que la viuda se declararía culpable de asesinato en segundo grado a cambio de ser encerrada únicamente 30 años.


Con todo, el suceso llegó a conmocionar al juez encargado de dictar sentencia sobre la joven. "Parecía una persona normal, al menos en la superficie. Pero ¿cómo puede una persona normal matar a su marido tan sólo siete días después del casamiento?", señaló el Juez del Distrito de EE.UU., Donald Molloy, al Daily News.


Jordan, por su parte, afirmó entre lágrimas que fue "un momento de verdadero shock y pánico" y que no tenía otra explicación para lo que había hecho.