Amanda Rodgers, de 47 años, vio en su perro, Sheba, lo que nunca pudo ver en otro hombre y pensó que sería el indicado para casarse. “Me puse de rodillas y se lo propuse. Me di cuenta por su cola que me dijo ‘sí’“, comentó.


El enlace entre la mujer y el perro se celebró en Split, Croacia, delante de unos 200 invitados. “Sheba me acompaña en mi vida desde hace años, me hace reír y me reconforta cuando estoy mal, es el compañero perfecto", comentó Amanda.

La mujer ya se había casado hace 20 años, pero la relación terminó a los pocos meses. A partir de ese entonces, no pudo volver a confiar en un hombre.

“Se que la boda con Sheba no fue real en el sentido legal. Pero fue una buena manera de demostrar lo que significa para mí”, concluyó.