Después de que Evo Morales solicitase hablar con su par Michelle Bachelet, el canciller boliviano volvió a disparar contra el país vecino al afirmar: “Cuando uno ve el Lauca le hierve la sangre. Tienen que ir al Lauca. Entonces, cuando estén ahí parados, van a decir: Estoy dispuesto a derramar sangre, a pelear para recuperar lo que es nuestro, para reclamar nuestro derecho”; en referencia a la denuncia sobre las trabas en el tráfico de mercadería. 

Mientras que en Chile, Heraldo Muñoz, señaló que “un canciller mínimamente responsable no puede decir lo que ha afirmado Choquehuanca. Está yendo demasiado lejos” y remarcó que “a su visita confrontacional a Chile, ahora el canciller boliviano agrega declaraciones que escalan aún más las tensiones entre los dos países”.

“Choquehuanca y otros miembros del gobierno boliviano hacen apología de la violencia y hablan de ‘derramar sangre’ cuando, paralelamente, llaman al diálogo. Nadie les cree”, aseveró Muñoz. 

Incluso expresidentes chilenos se mostraron reacios al diálogo propuesto por Bolivia y señalaron que se trata de una "falta de respeto"