"Cualquier acto que lleve la pérdida de una vida joven es injustificable y una gran calamidad", planteó Horacio Cartes para referirse a la muerte del joven militante Rodrigo Quintana en un mensaje dirigido al pueblo paraguayo. 

Sobre los enfrentamientos que hubo, a los que no denominó represión, Cartes aseguró que "es imposible que todos veamos las cosas de la misma manera. Pero eso no está mal, nuestras diferencias nos pueden hacer más fuertes si las usamos para debatir, para ajustar nuestras ideas si buscamos modelos más eficientes". 

También se sometió a una autocrítica por los sucedido en el Congreso ya que "hasta ahora los políticos no hemos podido dirimir nuestras diferencias". 

Por otro lado, Cartes señaló que algunos buscan un golpe constitucional; ante ello convocó a los representantes máximos del Poder Legislativo, a los diferentes presidentes de partidos políticos y a un representante de la Conferencia Episcopal Paraguaya a una mesa de diálogo.

El Jefe de Estado remarcó que los “políticos están en deuda con la ciudadanía en la búsqueda de un consenso creativo y patriótico” y destacó que el mensaje del Papa Francisco para nuestro país fue para invitar a “perseverar en el diálogo.”

“Propongo la apertura inmediata de un  amplio debate cuya única condición sea llegar a acuerdos para una democracia duradera”, añadió Cartes que fue duramente cuestionado por un sector social que considera que los incidentes fueron justamente producto de su Gobierno.