El papa Francisco condenó hoy "enérgicamente" el atentado que tuvo lugar en la noche del domingo en Quebec, en una mezquita de Canadá.


“El Papa condena enérgicamente una vez más la violencia que genera tanto sufrimiento e implora de Dios el don del respeto mutuo y la paz”, pudo leerse en un telegrama enviado a través del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, al Arzobispo Metropolitano de Quebec, el Cardenal Gérald Cyprien Lacroix. 

El Sumo Pontífice expresó su “profunda cercanía con las víctimas y sus familiares, así como con todas las personas que contribuyeron en las labores de socorro, pidiendo al Señor consolación y fortaleza en la prueba”. 

Además, el Obispo de Roma había recibido en privado a Lacroix en la residencia de Santa Marta y le subrayó la "importancia de permanecer en este momento todos unidos en la oración, cristianos y musulmanes". 

"Con este gesto insensato se violó la sacralidad de la vida humana y el debido respeto a una comunidad en oración y al lugar de culto que los acogía", planteó Francisco y por eso reafirmó la firme condena de “este acto de inaudita violencia” y la “plena solidaridad con la comunidad musulmana de Canadá”.

Al menos seis personas murieron y ocho resultaron heridas en un ataque armado anoche cometido por dos agresores contra unos 40 fieles durante una plegaria en el Centro Cultural Islámico, ubicado en el barrio canadiense de Sainte-Fo.