Como Mauricio Macri, el presidente brasileño Michel Temer viajó a China para la reunión del G20, donde –como todos los mandatarios que allí fueron– buscó inversores del gran país asiático.

Por esa razón concurrió a un encuentro con potentados empresarios chinos donde, mediante traductor, conversó con muchos de ellos sobre eventuales negocios.

El problema surgió cuando uno de los ricos chinos quiso evitar al intérprete y saludó en inglés al presidente que, para serlo, encabezó en ‘impeachment’ contra Dilma Rousseff; y lo hizo con un sonoro “Welcome, Mr. Fora Temer”.

No es para menos: el repudio al golpe y al actual presidente interino recorrió el mundo y hasta en China pudieron verse asiduamente los carteles con el lapidario “Fora Temer” (o “Fuera Temer”, claro).