"Bob Dylan es un buen cantante, pero no es un gran escritor, ni muchísimo menos. Hay muchos escritores que merecerían el Premio Nobel y que han quedado marginados, pero es la civilización del espectáculo, que ya llega a la Academia sueca", sentenció Mario Vargas Llosa en una reciente entrevista en Berlín con la agencia DPA. 

El escritor peruano, en cuya última visita a Buenos Aires en la Feria del Libro, ya había arremetido contra esta "frivolización social y cultural" al señalar que en su última novela Cinco esquinas (Alfaguara, Random House) criticaba "la deriva del periodismo amarillo"; que le valió señalamientos tras la contradictoria nota íntima en la revista Hola junto a su pareja Isabel Presley. 

Vargas Llosa aseguró sobre la premiación de Dylan: "Me sorprendió mucho. Yo creo que es una manifestación de esa frivolización de la cultura en nuestro tiempo” y agregó “Dicen que ni siquiera ha reconocido o aceptado el premio. No se ha manifestado y ya no se va a manifestar. Ha pasado ya mucho tiempo". 

En una extensa entrevista con la agencia alemana DPA, Vargas Llosa señaló que la novela que más le costó escribir fue  La guerra del fin del mundo (1981) aunque en su visita a nuestro país había dicho que Conversación en la Catedral (1969) "es la que más canas me sacó"; por otro lado se negó a admitir cuál era el que más le gustaba de sus textos publicados: "Eso es como preguntarle a uno sobre sus hijos, aunque tenga sus preferencias no las dice, no debe decirla".

El premio nobel también se refirió a la campaña presidencial estadounidense y señaló sobre Donald Trump que es “un fenómeno que tiene que ver más o menos con el Brexit. Es un populismo que utilizando digamos toda la frustración, la caída de niveles de vida y la inseguridad con el trabajo, ha utilizado todo eso -y eso es una realidad- para presentar falsas soluciones”.

Y agregó: “Nunca hemos abandonado del todo la tribu y entonces hay ciertos momentos en que la tribu parece la solución. Y ninguna solución hacia las cavernas puede ser una solución de verdad. Pero eso es Trump”.

Sobre la inestabilidad española y la situación actual de Mariano Rajoy planteó: “Digamos que va a ser un gobierno débil. Va a ser un gobierno, yo pienso, corto”. Y volvió a insistir con que el gran enemigo de las democracias actuales es la corrupción. “Ya no es el comunismo. Todos los grandes enemigos ideológicos se han desfondado. Hoy día ya las grandes fantasías utópicas han desaparecido. Yo no creo que salvo grupúsculos muy pequeñitos, crean que la revolución socialista va a resolver los problemas de América Latina. Yo no creo que ya nadie quiera que su país siga el modelo cubano o venezolano”, explicó el escritor peruano. 

Fuente: DPA