Kalluk, Tatqiq y Chinook tuvieron el mejor regalo de navidad, que también muestra lo difícil de su estadía en cautiverio. Gracias a las donaciones de muchos vecinos a través de la página web del zoo de San Diego, los cuidadores pudieron alegrar el día de los osos polares.

El dinero reunido sirvió para regalarles 26 toneladas de nieve y así recrear su hábitat por unas horas: la diversión consistió en esconder tesoros como frutas, verduras y raciones de carne para que ellos se revolcaran de alegría.

La temperatura promedio del invierno en California es de 15 o 20 grados, por lo que el 'oro blanco' debe haber confundido un poco sus sentidos. Sin embargo, los tres animales disfrutaron del fugaz sueño cumplido.