La tripulación del Barents 1100 jamás imaginó que, 40 minutos después de emitir una señal de alerta por radio tras haberse perdido en el Mar Blanco, un submarino nuclear ruso acudiría al rescate y lo remolcaría. Pero así sucedió.

Increíblemente el submarino nuclear perteneciente a la Flota del Norte de la armada rusa rescató a los cinco marineros de la embarcación Barents 1100, quienes se perdieron en un golfo al sur de la península de Kola.

El pequeño barco fue amarrado al submarino de 154 metros de largo para remolcarlo hasta el puerto de Severodvins pero las malas condiciones climáticas y marítimas rompieron amarras y el barco se volvió a perder antes de llegar al puerto. Aunque pudieron llegar sanos y salvos debido a la proximidad a la costa.