Como un niño con una consola nueva, así se lo ve a este perro. Quizás su dueño, con el brazo cansado de las exigencias lúdicas del can, creó esta máquina para lanzar la pelota sin necesidad de esfuerzo físico.

Al perrito no pareciera importarle mucho la falta de un cómplice para el juego, ya que él mismo aprendió a cargar el aparato y, según se ve en el video, no necesita a nadie para divertirse.