El fenómeno climático ocurrió en la costa de New England, Estados Unidos, cuando en una tormenta de nieve comenzaron a verse relámpagos y escucharse truenos, algo realmente inusual.


"¡Debe ser una broma!", gritaba el hombre encantado, mientras contaba los relámpagos que no suelen darse cuando nieva por las condiciones del aire frio.

Lo que se dice... un verdadero apasionado.