"Me sentía como una bomba" cuenta una de las mujeres que forma parte de esta campaña  y agrega "cada vez que me sangraba la nariz paraban la escuela".

A través de un cartel impreso, con una gota de sangre de pacientes con VIH, colocado en las calles de San Pablo; GIV logró poner en foco la desinformación que existe sobre la enfermedad.

El infectólogo Arthur Kalichman explica que el cartel no implica riesgo de contagio ya que la sangre seca al estar fuera del cuerpo y en contacto con el aire es segura.

Emociona ver las reacciones diversas de las personas ante un "cartel con VIH positivo".

"Si el prejuicio es una enfermedad, su cura es la información" es el lema de esta campaña en una de las ciudades con mayor cantidad de infectados.