Paddy, un cruce de Labrador-Collie, de cuatro años, se las ingenió para escapar de su casa y así poder seguir a su dueño, Thomas McCormack, al trabajo en la localidad de Lanarkshire, Inglaterra. Para ello, el perro utiliza un trampolín para ganar altura y saltar del otro lado de la valla, de casi dos metros de altura.



Thomas se llevó una gran sorpresa al ver a su perro en la estación de tren, y no le quedó otra que llevar a su mascota al trabajo. "Obviamente él siguió mi olor por todo el camino a la estación y después se sentó al lado mío en el tren, esa es la única explicación que tengo", señaló el hombre.

Al parecer, el perro aprendió la hazaña cuando jugaba en el trampolín con el hijo de Thomas, de 11 años, y a partir de entonces ha utilizado ese recurso para escapar.