Lo primero a aclarar es que no hay ningún ser viviente, sino que se trata de una reacción química que impresiona a cualquiera: ante el intenso calor, el tiocianato de mercurio tiene esta reacción exotérmica.

Los especialistas no recomiendan realizar el experimento sin las medidas necesarias, ya que la reacción química desprende un vapor de mercurio, sumamente tóxico para las personas.