El emocionante hecho ocurrió en Brasil, pero bien podría haber pasado en cualquier parte del mundo: el amor de los perros no tienen nacionalidad ni fronteras.

El hombre era llevado en ambulancia para ser internado en un hospital cuando los enfermeros vieron (y grabaron sus teléfonos celulares) cómo el perrito corría incansablemente tras el vehículo.

Se apiadaron del animal y lo hicieron subir a la ambulancia. Cuando llegaron al nosocomio, el perro permaneció cuando pudo al lado de su amo convaleciente.