El hecho ocurrió en Chile y fue grabado por las diferentes cámaras que llevaba el ómnibus.

Cuando el chofer el micro urbano se dio cuenta que una mujer con su hijo en brazos permanecía de pie ante el inmutable y cómodo pasaje, decidió ofrecerle su propio asiento de conductor.

Finalmente, la actitud del conductor de la empresa Ruta del Mar, que de hecho impedía que el micro continuara con su recorrido, obligó a algunos pasajeros a renunciar a su pereza y ceder el asiento. Solo así continuaron viaje.