Imperdonable y desagradable. Una madre que no se digna de serlo quedó en evidencia después de pegarle ¡una patada en la cabeza! a su hija. El golpe vino ya que la niña lloraba y reprochaba en plena estación central de tren de Tokio, en Japón.

A los gritos y empujones, la mujer intentó arrastrar a la niña por el piso de la estación, pero cuando ésta se negó, le aplicó una patada al mejor estilo kung fu. Luego levantó a la pequeña del suelo y se la llevó en el acto ante la advertencia del hombre que grabó el video.