Como uno puede imaginarse, en el Vaticano no todo es rezo y reflexión. Así lo demostraron los curas David Rider y John Gibson, quienes desplegaron sus habilitades en el tap durante un encuentro celebrado para recaudar fondos.

Así, mientras un grupo de religiosos canta, Rider decide subir al escenario y ponerse a bailar. Poco después, su compañero Gibson se une a la improvisada coreografía del tradicional baile norteamericano.