Michael Gorman, un joven proveniente de Missouri, Estados Unidos, se encontraba festejando su cumpleaños en familia cuando, de curioso, pensó que sería buena idea acercar su oído a una polilla para "escuchar" su sonido.


Desafortunadamente para el joven, el insecto se metió en su oído e inmediatamente tuvo que pedir ayuda por la horrible sensación que sentía dentro de su cabeza. Fue así que, después de algunos intentos, lograron remover el insecto con una pinza.