Sassy es una pitbull que nació con enanismo y contra los pronósticos de los veterinarios, ya lleva más de cuatro años de una feliz vida.

Abandonada por sus primeros dueños, un hombre de Long Island, Nueva York, decidió adoptar a esta perrita que sufre de deformaciones congénitas graves, salvándola así de ser sacrificada.

El tamaño de Sassy es una cuarta parte menor que lo normal para su raza, tiene las patas delanteras curvadas y la lengua es demasiado grande para su boca, por lo que tiene problemas de respiración.