En el video difundido por personal de la cárcel Lower Buckeye de Phoenix, Estados Unidos, se observa a un preso de 18 años, furioso, que resulta casi imposible de detener por los propios guardias del lugar.

El convicto cumple condena en el ala psiquiátrica de la penitenciaría, y logró acceder a un área no autorizada. Cuando los dos carceleros que se encontraban en el lugar le pidieron que se retire hacia su celda, exhibió toda su furia y les dio una fuerte paliza a ambos.

Ni con las tasers lo podían frenar. Tuvieron que llegar refuerzos, y recién otros cuatro guardias pudieron reducirlo.

El incidente dejó cuatro agentes heridos, uno de los cuales quedó inconsciente y permanece en estado grave.