Entrar a un baño público puede ser un desafío. A veces las ganas pueden más y uno debe hacerse de "tripa corazón" y entrar.

Pero este joven no podía salir de su asombro cuando entró al baño de caballeros de estación de servicio de la petrolera Shell.

Increíble y absurdo al mismo tiempo. ¡Habría que ver cómo estaba el de damas!