Las imágenes muestran el método de entrenamiento para más de 200 empleados del Banco Comercial Rural Changzhi Zhangze, en el norte de China. Según trascendió en medios internacionales, después del doloroso castigo, a los trabajadores hombres se les rapó la cabeza y a las mujeres se les cortó el pelo.

El responsable del curso, Jiang Yang, pidió disculpas argumentando que los golpes forman parte de "un modelo de entrenamiento que he puesto en práctica durante años". Cuando les pregunta a los ocho empleados de pie por qué recibieron una calificación baja, se escuchan respuestas como "no di lo mejor de mí", "no me coordiné con mi equipo" y " no tuve el coraje suficiente".