El extraño hecho sucedió en la ciudad rusa de Aldan, donde mantener el cuerpo caliente ante tanta nieve, a veces nos puede traer problemas. Las bebidas, blancas como la nieve que nos rodea, nos puede hacer perder el equilibrio y enfurecer a otro beodo. Y se complica si además tiene un auto para pasarnos por encima.

Afortunadamente, la mujer atropellada no sufrió mayores lesiones. Aunque la resaca le debió doler más de la cuenta, por suerte, puede ver lo que le sucedió en Diario Registrado.