"Pasé una semana horrible, para mí y para mi familia", se quebró llorando en cámara Antonio Laje, quien estuvo en boca de todos por las acusaciones que recibió de mujeres que trabajaron a su lado y debieron soportar sus malos tratos.

Su defensa fue tan confusa, que no se supo si atribuía las denuncias a un complot para desprestigiarlo por sus posiciones contrarias al Gobierno -como si fuera una figura que cambia el amperímetro- o a que ellas no sabían trabajar en los medios tan bien como él por lo cual hacía un repaso de su trayectoria.

Las denuncias calaron fuerte y le será difícil salir airoso de ellas, pero además le será imposible seguir cometiendo ese tipo de humillaciones sin que nadie se lo repruebe.