Más allá de lo que se pueda opinar del periodismo de espectáculos en general y de Angel de Brito en particular, lo cierto es que el conductor de LAM hizo el trabajo periodístico que Lanata prefirió no hacer, chequear la información con la princpal damnificada.

A esta altura ni siquiera hacía falta su palabra para entender que lo de Lanata fue poco ético y mucho menos profesional.

De Brito incluso tuvo el tacto de no decir cual es la enfermedad que enfrenta Wanda a pesar de haber hablado con ella y que se lo confirmara.